dimarts, 27 de novembre del 2007

Els vampirs necessiten la teva sang...fes-te donant!

Suposo que ja esteu al cas de la nova sèrie que estan emetent a Calle 13 (Blood Ties)




Afortunadament, encara hi ha qui li continua donant voltes a les idees interessants...potser encara hi ha alguna esperança per al món actual?

diumenge, 25 de novembre del 2007

La idea perduda




És sabut que, profunditzar molt en un tema i descriure’l perquè es comprengui pot portar, a qui ho fa, a conclusions molt diferents i, fins i tot, contràries al que esperava.

Aquest és el cas (que ja anticipava en l’anterior post) d’un parell de llibres on els autors van arribar, crec jo, a llocs força distants dels que pensaven arribar a l’inici d’escriure la novel·la.

El primer cas és El Paradís Perdut d’en J.Milton. Com ja sabeu a aquest poema es descriu, principalment, la gran batalla del Cel i les seves conseqüències. El poema acaba amb la posada en coneixement d'Adam i d’Eva d’aquest conflicte per part de l’arcàngel Uriel (justament aquest fragment és el que va aprofitar Haydn per compondre el fabulós oratori de La Creació) i la pèrdua del paradís arran dels fets que tots i totes coneixem.

El personatge central d’aquesta història és en Lucifer i, des del seu punt de vista, Milton ens descriu l’escenari celestial; les expectatives de ser reconegut per déu; de com aquest, en canvi, delega en el seu fill responsabilitats que correspondrien a altres més qualificats; de com el fill es passeja pel Cel en plan xulesc; de com un conjunt de dissidents decideixen acabar amb aquest insult; de com els àngels fidels es comporten amb aires extrems, xenòfobs i superiors; de la pinta ària que té l’arcàngel Miquel...; de com en Lucifer es responsabilitza dels seus actes; del debat intern que pateix... Arribat un moment, el lector o la lectora empatitza tant amb el dimoni que no pot deixar d’identificar-se amb ell. El mateix que li devia passar a Gustave Doré en recrear amb els seus gravats El Paradís Perdut. Tan sols l’aspecte que li confereix a Lucifer ho diu tot (veure dibuix del post).

Comptava Milton amb aquest fet?

Fins i tot Anatole France sembla continuar aquesta percepció podent-se establir una relació entre aquest Lucifer i el descrit a La Rebel·lió dels Àngels. Novel·la que tracta d’un àngel de la guarda, que es dedica a llegir i a cultivar-se en el seu temps d’oci i arriba a la conclusió que el déu al que està servint (el fill descrit per Milton) no s’ho val i, per tant, dimiteix i surt a la recerca del líder dels insubmisos.

L’altre llibre és La Morta Enamorada, peco d’insistir massa en aquest llibre, però tractant-se d’un referent de la Guia Dampyr es pot comprendre. Aquí a en Gautier se li va escapar de les mans la història i aquest fet es veu al final d’aquesta novel·leta, quan el protagonista, molts anys després d’haver seguit els consells del seu mentor (Seraphió) i haver liquidat a la seva morta amant, per poder dur una vida de capellà com cal, es lamenta de la tria que ha fet i es pregunta de què li servirà la salvació eterna si no pot fruir del record de l’amor de la seva estimada: “L’amor de déu no va ser suficient per substituir el seu...”

En resum, necessitar un grapat d’idees clares per entendre el sistema i la correlació de forces actuals, implica no reflexionar-hi gaire i, sobretot, no posar-les a prova. Pot ser que no aguantin i ens portin a escenaris contraris...

Torna a sortir la idea de The Matrix, oi?

dimecres, 21 de novembre del 2007

Confesión


Confieso que, secretamente, siempre he deseado ser mordido por una vampira. Pero, claro, no una vampira cualquiera, mis referentes fantásticos son las tres vampiras descritas por Stoker:

Sin embargo, iluminadas por la luna, frente a mí, había tres mujeres jóvenes…Se acercaron a mí, me miraron durante un rato y luego cuchichearon entre sí. Dos eran morenas…la otra era rubia, muy rubia, con unos ojos como pálidos zafiros…Las tres tenían unos dientes brillantes y blancos que resplandecían como perlas y contrastaban con el rubí de sus labios voluptuosos. Había algo en ellas que me hacía sentir inquieto, y a la vez anhelante y mortalmente asustado. Sentía en mi corazón un deseo ardiente y perverso de que me besaran sus rojos labios.

Ante tamaña situación una pobre y dampírica alma como la mía ha de sucumbir y tan sólo puede envidiar la situación del desagradecido Jonathan Harker, el cual protagoniza escenas como ésta:

La joven rubia se arrodilló y se inclino sobre mí, regodeándose manifiestamente. Mostraba una deliberada voluptuosidad,… y al curvar el cuello, se lamió los labios como un animal, de forma que pude ver a la luz de la luna la reluciente humedad de su boca escarlarta, y los blancos y afilados dientes sobre la lengua roja al relamerse. Bajó más la cabeza, hasta que sus labios descendieron por debajo de mi barbilla… y noté su aliento cálido…me llegó el contacto blanco y estremecedor de los labios y las puntas duras de dos dientes afilados…Cerré los ojos con extática languidez, y esperé…

¿Cómo puede entenderse que, después, huya? Sinceramente creo que el personaje o era pobre o era joven.

Comprendo aquellas opiniones que incidan sobre la frivolidad de mi deseo pero, a mi favor, e invocando los grandes valores, sé de buenas fuentes, que las vampiras también aman y si no, hurgad en vuestra biblioteca, rescatad La Muerta Enamorada y recordad este fragmento:

Una mañana, me encontraba desayunando en una mesita junto a su lecho, para no separarme de ella ni un minuto, y partiendo una fruta me hice casualmente un corte en un dedo bastante profundo. La sangre, color púrpura, corrió enseguida, y unas gotas salpicaron a Clarimonde. Sus ojos se iluminaron, su rostro adquirió una expresión de alegría feroz y salvaje que no le conocía. Saltó de la cama con una agilidad animal de mono o de gato y se abalanzó sobre mi herida que empezó a chupar con una voluptuosidad indescriptible. Tragaba la sangre a pequeños sorbitos, lentamente, con afectación, como un gourmet que saborea un vino de Jerez o de Siracusa. Entornaba los ojos, y sus verdes pupilas no eran redondas, sino que se habían alargado. Por momentos se detenía para besar mi mano y luego volvía a apretar sus labios contra los labios de la herida para sacar todavía más gotas rojas. Cuando vio que no salía más sangre, se incorporó con los ojos húmedos y brillantes, rosa como una aurora de mayo, satisfecha, su mano estaba tibia y húmeda, estaba más hermosa que nunca y completamente restablecida.
-¡No moriré! ¡No moriré! -decía loca de alegría colgándose de mi cuello-; podré amarte aún más tiempo. Mi vida está en la tuya y todo mi ser proviene de ti. Sólo unas gotas de tu rica y noble sangre, más preciada y eficaz que todos los elixires del mundo, me han devuelto a la vida
.

Y continúa:

-Una gota, sólo una gotita roja, un rubí en la punta de mi aguja... Puesto que aún me amas no moriré... ¡Oh, pobre amor!, beberé tu hermosa sangre de un púrpura brillante. Duerme mi bien, mi dios, mi niño, no te haré ningún daño, sólo tomaré de tu vida lo necesario para que no se apague la mía. Si no te amara tanto me decidiría a buscar otros amantes cuyas venas agotaría, pero desde que te conozco todo el mundo me produce horror.

¿No es fantástico?...la vampira como la mejor amante. Y luego está lo de la vida eterna...vaya, ¡completo!

Yo creo que a Theofilo Gouthier le salió mal, como a Milton con el Paraíso Perdido, uno no puede empatizar tanto con el mal sin llegar a la conclusión de que es lo mejor y lo más natural, pero esto será el tema de otro post.

Por el momento, propongo una reflexión sobre las imágenes con las que encabezo este post, que tanto valen para James Bond, como para un anuncio de Martini, como para una entrada al recién estrenado Observatorio Dampyr (los gestos, la obsesión oral, el gesto de cuello de ella y lo magnífica que sería Charlize Theron en el papel de la vampira de la que hablo...aunque aquí, el vampiro sea él).

dimarts, 13 de novembre del 2007

Observatorio Dampyr (I)




No es que haga un seguimiento especial, pero siempre estoy especialmente atento a lo que se va publicando de Margaret Atwood.
En concreto hay dos libros de ella que considero extraordinarios. Uno es El cuento de la criada (1985) y el otro, para mí el más impactante, Alias Grace (1996).

Sumergido en mis cábalas y entre las reflexiones extravampíricas de uno de sus últimos libros (La maldición de Eva, 2006), un ciclo de conferencias muy agudas y amenas entorno a las escritoras y los personajes femeninos en la literatura (un bombón absolutamente recomendable), cuál es mi sorpresa al encontrarme con el siguiente párrafo:

“Otra vuelta de tuerca, de Henry James y Drácula, de Bram Stoker, están en gran medida basadas en motivaciones ocultas y ambas giran en torno a la noción de sexualidad femenina. Antes los hombres lobo eran siempre varones, y las mujeres vampiro normalmente eran meras comparsas; pero hoy en día hay mujeres lobo y también hay mujeres en el papel de chupadoras de sangre. No sé si eso es una buena o una mala noticia”

Y claro, no puedo evitar que se dispare la neurona supersticiosa y me pregunte sobre la extraña conjunción que parece haberse desatado sobre la información que últimamente cae en mis manos. Doy gracias por no haber tenido la idea de hacer un blog sobre los perros chiguagua, con todos mis respetos hacia la raza y el simbolismo frankfurero que se deriva, pero no quiero ni pensar en el tipo de información que coincidiría en mi tiempo-espacio ahora mismo…

Siguiendo con la Atwood, y unas páginas más adelante, aparece esta observación que me ha parecido de lo más aguda, acertada y simpática:

“Siempre he sabido que había papeles malignos fascinantes para las mujeres. Para empezar, cuando era pequeña me llevaron a ver Blancanieves y los siete enanitos. No me importó la ética protestante del trabajo de los enanitos. No me importó el mensaje “las aburridas tareas domésticas son una virtud”. No me importó el hecho de que Blancanieves fuera un vampiro; alguien que yace en un ataúd de cristal sin pudrirse y luego vuelve a la vida ha de serlo.
La verdad es que me quedé paralizada en la escena en la que la malvada reina bebe la poción mágica y cambia de aspecto. ¡Cuánto poder, cuántas posibilidades inéditas!

Y claro, he decidido abrir ese “observatorio Dampyr”, a la búsqueda de esos vampiros y vampiras que han estado siempre ahí…sin nosotros saberlo…

Añado este fragmento, antes ñoño pero ahora con otra mirada posible.


dimarts, 6 de novembre del 2007

Montalbanaje




Los cócteles... son exquisiteces urbanas, construcciones artificiales, pócimas que hacen compañía, que ayudan a la transformación del imbécil Dr. Jekyll en el animado Mr. Hyde. Corto o largo, el cóctel es la única droga posmoderna aceptable, pues reúne diferentes culturas del alcohol y del calor al servicio de la cultura del sabor.

Manuel Vázquez Montalbán, prólogo a Los cócteles del Boadas Cocktail Bar de María Dolores Boadas.

Sírvase usted un cóctel de tertulia cuyos componentes básicos sean el humo, el café y el alcohol. Vierta en un vaso mezclador la cantidad correspondiente a una copa de un malta ahumado (recomendable Laphroaig o Lagavullin) mezcle el contenido con dos gotas de Kalua y un suspiro de angostura. Vierta el contenido en una copa de Dry Martini, preferiblemente de tallo corto, y adorne el conjunto con unos granos de café. El resultado es un beso donde se mezcla el sabor del café con el aroma del humo sin desfavorecer el Malta. Ésta es una de las propuestas del Lugar dedicada a Montalbán a petición de los Caballeros. En cualquier caso una copa excelente.
Del Manual de la EOCS para conducirse en una coctelería


Es ésta una entrada nostálgica (utilizo esta palabra porque me seduce la partícula “algia”…como de dolor) para rendir, humildemente, un homenaje a Manuel Vázquez Montalbán en este cuarto aniversario de su muerte.

Que ¿cómo lo vinculo a los comentarios habituales de esta página?

Expongo algunas de las varias razones que se me ocurren, así, de pronto:

1- La primera es que lamento su muerte, en extremo prematura, no tanto por la pérdida irrecuperable de referentes (a lo largo de los años he llegado a la conclusión de que algunas personas son realmente imprescindibles, piensen lo que piensen los de la escuela tetrabrik en la que cada cual pinta y deja de pintar sin que aquí pase nada), sino porque dejó en el tintero la que hubiera sido una de las mejores novelas de vampiros jamás escrita. De esto estoy completamente seguro.

2- Además, de todos es sabido que Pepe Carvalho, uno de sus personajes principales, quemaba en el hogar de su casa, aquellos libros que consideraba insignia. Entre las muchas obras quemadas es harto probable que se encontrasen un Drácula o una Carmilla (no creo que Gauthier haya podido garantizar unas vigorosas llamas…), quizás siguiendo un reflejo atávico, a modo de ofrenda ritual donde, el famoso detective, ofrecía espiritualmente lo mejor que poseía o, muy racionalmente, para beneficiarse al máximo de lo que daba de sí la buena literatura…hasta de su calor.

3- Montalbán era un consumado gastrónomo y éste es un tema, mire como se mire, colindante con la upirología más ortodoxa.

4- Este niño (el de la foto), este mapa que se extiende a su espalda…¿qué región es la que está a la derecha, justo encima de su oreja izquierda, a la derecha y debajo de Polonia? ¿Transilvania? Y, ¿el libro abierto?…¿cuál es?... ¿Se trata de una casualidad? ¿Es que alguien que esté en su sano juicio cree aún que las cosas pasan por casualidad?

Me ciño a la receta de la EOCS (Espiritual Orden de Caballeros Suprarrománticos) que encabeza este comentario y levanto mi copa en su memoria.

diumenge, 4 de novembre del 2007

A les escombraries




I
A la Vanguardia del dissabte 27/10/07 hi ha un article d’opinió esportiva titulat Vampiros en el equipo que, lògicament, va cridar la meva atenció. Quan el columnista en qüestió intenta justificar el títol de l’article ho fa de la següent manera:

Si les interesa la psicología (?¿) habrán leído algo sobre la existencia de los vampiros. El líder vampiro es el que chupa la energía de sus colaboradores para crecer (?¿). La pareja vampiro por la noche va desposeyendo de energía a su cónyugue para cargar sus pilas (?¿). Por la mañana el vampiro se come al mundo mientras su pareja deambula por la vida...

Aquí la gràcia deu estar en trobar la relació entre els vampirs i la psicologia, en delectar-se davant l’explicació cinegètica de que el “lídervampiro chupa la energía desus colaboradorespara “crecer”. I en fer una discreta arcada davant lo cutre de la “pareja vampiro”. On queda el brutal component eròtic del vampir amb això de “cargar sus pilas”...?

Això em recorda la impassibilitat amb la que un individu (de la gamma “culta”...) deia als vampirs “dráculas” (ex. “avui he vist una pel·lícula de dràcules”). No hi ha res a fer amb la ignorància que envolta al mite, el vampir restarà ocult a la seva tomba durant molt més temps encara, essent ignorat per tothom i sortint cada nit, a mossegar algun coll afortunat.

II
A un post molt anterior, un col·lega comentava l’oportunitat de fer una anti guia del vampirisme. No sé si tinc prou títols, i no és perquè no n’hi hagi, sinó perquè encara tinc el saludable costum de no acabar de llegir el que no m’agrada.

Tot i així vull comentar l’estrany cas de La Historiadora. Un llibre complicat ja en el seu títol on no es van posar d’acord l’editorial catalana i la castellana. Resulta que l’argument de la novel·la gira al voltant d’una noia historiadora molt lligada a la vida del seu pare, historiador també. Doncs bé, en una editorial el llibre fa referència a la filla (la historiadora) i en una altra al pare (l'historiador). Un cas clar de l’afavoriment actual a llegir a la bali-balà on el títol del llibre tant se’n fot.

Aquesta novel·la, que comercialment es llançà com a novel·la de terror assegurant que l’ombra del vampir sobrevola les seves fulles, no deixa de ser un llibre de viatges soporífers on, amb l’escusa de cercar la tomba de Vlad Tepes, la protagonista va d’aquí a allà descrivint paisatges des d’un prisma nostàlgicavorrit.
El vampir aquí, una mena de fantasma desdibuixat sense cap interès, es dilueix sense un sentit concret al llarg de les masses fulles que conformen la història.

Vaja que, si us l’han regalat, feu-me cas i torneu-la amb el mateix somriure amb el que us l’han donat... o no...